El mejor postor

El fútbol cada día, se parece más a un antiguo mercado romano, de esos en los que se vendían esclavos al mejor postor. Pero el hecho de que lo "esclavos" en este caso sean multimillonarios caprichosos, hace que en vez de este vocablo se use se use el manido término de "mercenarios", soldados que enrolaban las filas del señor que mejor pagaba. Muchos clubs, dependiendo de sus entrenadores o directivos, tienen etapas donde predominan jugadores de ciertas nacionalidades. El Barça ha tenido la etapa holandesa, el Madrid tiene la brasileña, el Valencia ha tenido la argentina, y la italiana, y ahora los últimos supervivientes de aquella época Argentina, abandonan el barco.

Aimar y Ayala, ídolos de masas en la capital del Turia, se van, por la puerta de atrás y sin despedirse, pero dejando un regusto diverso. Aimar se va como el crack que no triunfó, el gran jugador al que le quedaba grande la camiseta o la liga, y se va porque quiere ser protagonista y porque al Valencia no le venía mal ni su salida, ni el dinero. Ayala en cambio se quiere ir (y se irá) por dinero, porque su representante es un pesetero, y se va faltando a su palabra (pactó renovar con apretón de manos incluido) y fallando a una afición que lo idolatra. Se va con mala cara, forzando la situación, y diciendo que el Valencia le ha cortado la carrera y se la corta ahora no dejándole ir al Villareal. Ironías del destino, morder la mano que te da de comer, criticar al club que te salvó del ostracismo de la grada al que Ayala era sometido en San Siro, el club que te ha dado títulos en España (2 ligas, copa, supercopa...) y en Europa (UEFA, 2 finales de Champions...) para ir al Villareal, que no juega en Europa, sólo y por el único motivo, de que a tu representante le van a dar 2 millones por el traspaso, mientras que el Valencia no quiere dar dinero a estos mercaderes del fútbol. Ayer me miraba con mala cara, desafiante, y sólo porque le pregunté cuándo iba a atender a los medios de comunicación. Los futbolistas no entienden que cuando hablan con un periodista, hablan con miles de aficionados para los que su opinión es importante. Ayala es un gran jugador, pero se está equivocando en el fondo y en la forma, que recapacite.