Denia sin alegría

Hay gente que no aprende... Parece que la magistrada del juzgado de Primer Instancia e Instrucción número 3 de Denia, vuelve a hacer de las suyas. Este verano ya se negó a casar a parejas de homosexuales porque decía que era inconstitucional, perdió. Ahora dice que los homosexuales extranjeros no pueden casarse en España porque su legislación esta por encima de la nuestra, perderá.

Hay gente que no se da cuenta que seguir anclado en el pasado no ayuda, y que las actitudes intolerantes sólo llevan a la derrota. La pareja británica se casará, así como todos los extranjeros que quieran casarse aquí, y que en Denia precisamente, son muchísimos. Pero esta intolerancia que muchas veces se produce por el desconocimiento hay que intentar que no trascienda a las futuras generaciones. Los niños pequeños que van a clase a un colegio público (o privado aunque es más difícil) donde hay chavales africanos, sudamericanos, asiáticos... ven a sus compañeros como "uno más" y son mucho más tolerantes que los que no han tenido esta convivencia. Lo mismo pasa con el miedo a los animales, o la intolerancia hacia las personas mayores, los homosexuales o la prácticas sexuales de riesgo. Si algunos padres se empeñan en "maleducar" (entendido como educar mal) a sus hijos y a transmiterles ideas caducas, la escuela debe ayudar a que al menos estos niños tengan una educación.

Con la educación sexual se evitan muchos embarazos no deseados y enfermedades sexuales, con actividades como la granja escuela, aprenden a apreciar a los animales, con visitas a la piscina pierden el miedo al agua, y con una educación por la tolerancia, donde visiten hogares del jubilado (por ejemplo), hospitales, así como que se les explique que las personas pueden tener varias opciones sexuales, quizás caminariamos hacia una sociedad más plural y tolerante. No soy quién para dar consejos a nadie, pero es triste ver que hay gente intolerante en los estadios de fútbol, en la política, en la justicia... y yo si fuera la jueza, por lo menos tendría la decendia de callarme y que los casara otro, que seguro que ellos lo prefieren.