Siempre es de agradecer que llegue un nuevo diario a una ciudad como Valencia, tan necesitada de un nuevo punto de vista, y con tantos buenos profesionales del periodismo desaprovechados en malos trabajos, o sin ellos. El problema aparece cuando no ofrece nada nuevo, sino que es un nuevo nombre para algo que ya existe, como es el fracasado Diario de Valencia.
Hoy ya he podido hojear el nuevo diario, que está bien maquetado, tiene secciones interesantes, y apuesta por los deportes, sección en la que me consta que tiene muy buenos profesionales. Ahora bien, también encontramos textos en una pseudo-lengua derivada de algún invento ignorante de un sector de la población de la Comunidad Valenciana, que no tiene estudios, busca la desaparición del valenciano-catalán o como quieran llamarlo, e insiste en aprovecharse de la opinión pública para conseguir poder: en forma de influencia, dinero, cargos políticos o del tipo que sea.
Si alguien lee este artículo desde otra comunidad que no sea la valenciana, quizás no entienda a que me refiero, pero imaginense ustedes que en Sevilla nace un periódico llamado "Sebilla hoi" donde hay textos en un invento llamado andalúz por algunos, y que por algún motivo nace marcado por un cierto tufo a producto para los más "flamencos". O que nace en Madrid un diario llamado "Madriz oy" que lo pagan (no lo escriben) famosos personajes de familias con solera.
Pues es una lástima, me hacía ilusión leer cosas nuevas, me hacía ilusión leer un diario sin tanta connotación política, ni de derechas ni de izquierdas, algo más de centro que no se decantara por nacer "marcado" por su nombre. En fin, ojalà triunfe aunque sea porque mis compañeros conserven su trabajo, y haya más pluralidad, aunque temo que ellos mismos nacen con mal pié.