Ley antitabaco o Misión imposible III

Alguien me dijo este fin de semana que no hay peor gobierno que el que hace muchas leyes y no pone ni medios ni interés en que se cumplan. Yo escuchaba estas sabias palabras mientras respiraba el humo en un bar que también sabiamente ha decidido que se siga fumando. Yo que no fumo, al menos activamente, no he notado mucho cambio con la nueva ley, bien porque todos los lugares que frecuento siguen siendo de fumadores, bien porque los jefes están por encima de la leyes y siguen fumando.

A favor de los legisladores diré que mi memoria es mala y ya no recuerdo cuando se fumaba en el tren, en la peluquería, en clase... porque los fumadores, como enfermos dependientes que son, cuando tienen el mono, pierden mucho el respeto, y pese a las prohibiciones, yo he fumado "gratis" mucho en la universidad, en el metro, en el trabajo...

Lo realmente preocupante no es que la ley no solucione nada, sino que "hecha la ley hecha la trampa", y los kioskos no venden tabaco pero tienen máquinas dispensadoras en la puerta, y los mismos padres de la ley, (o muchos de ellos), siguen fumando en sus despachos. Si al menos la nicotina les ayuda para relajarse y gobernar mejor, entonces es Humo por la patria y está justificado. Esto me recuerda a cuando encontraron restos de cocaína (y no pocos) en el parlamento alemán, menos mal que hoy en día ya nadie tiene a los políticos como ejemplos a seguir, porque si así fuera, habría muchos borrachos, drogadictos, y fumadores violadores de la ley...