Los "giris" flipan

Ayer pillé una conversación entre dos de los numerosísimos extranjeros que hay en estos días en el puerto de Valencia. Uno le decía al otro que no se explicaban como en todos los bares, restaurantes, hoteles o tiendas estuviera siempre a tope el aire acondicionado. Un tercero se unía a la conversación y les daba la razón añadiendo que no podía dormir por las noches porque se le secaban los ojos y la garganta.
En este sentido apoyo la campaña de Acciona para que en sus oficinas se suba 2 grados la temperatura media. Con esta medida se ahorra un 50% del consumo eléctrico del aire acondicionado, y se evitan las continuas broncas entre los empleados que tienen calor y los que tienen frío. Según datos de la empresa con la medida, indicaron, se evita la emisión de 27 toneladas de CO2 por hora y uno los objetivos de la compañía, que abarca el negocio de las energías renovables, disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y contribuir a la lucha contra el cambio climático.
En este sentido también hay que aplaudir la nueva ley que exime de pagar impuesto de circulación a los coches que contaminen menos y sube el impuesto a los que contaminan más. Le ley entrará en vigor en Enero, y supondrá que muchos coches bajen más de 1.000 euros su precio, y que algunos constructores de coches se pongan las pilas. El gobierno pretende liderar la lucha contra el cambio climático, y con iniciativas como estas, seguro que conseguirán resultados positivos.

Entrada original: www.incensurable.com

Eva Longoria y Tony Parker

Una famosa actriz de 1′50 americana con rasgos latinos, y una comprometida estrella del baloncesto de 1′90 francés de rasgos africanos son la pareja de moda en EE.UU. A mi no me parece que hagan buena pareja pero para gustos tapicerías. El caso es que Parker ha ganado el anillo de la nba, y ha sido designado como mejor jugador de la Final, y en vez de celebrarlo con su novia, va y el tío la manda a dormir al sofá.
“Según cuenta un diario deportivo español, el base francés de los Spurs aseguró que había «dormido con los trofeos» y que le había dicho a Eva (Longoria) «que se fuese al sillón». Lo que no ha trascendido es como le ha sentado a la «mujer deseperada» la decisión de su novio y futuro marido. Especialmente después de su sacrificada espera. Y es que la actriz norteamericana había anunciado durante los partidos de las finales que no iba a «mantener relaciones sexuales» con su prometido para que su concentración fuera máxima. Pero a Tony se le olvidó el día de la celebración el apoyo de su novia, fiel seguidora de su equipo durante toda la temporada.”
Tony, tu futura mujer no se merece ese trato…
Eva, piénsatelo bien antes de casarte con un francés… son la mar de raros (saludos a Steph)

Nostalgia

No suelo sufrir de este mal, no me gusta mirar hacia el pasado, y no suelo tener tiempo para hechar de menos mi tierra cuando estoy lejos, pero la semana pasada sufrí un ataque de nostalgia.
Fui al colegio de mi pueblo a recoger a mis primas pequeñas, tras pasar la mañana ayudando a mis abuelos a hacer la compra, preparar la comida… El caso es que yo nunca he ido a ese colegio, yo he vivido en él. Mis abuelos eran conserjes (cuando se jubiló mi abuelo, le sucedió mi abuela) y tenían la casa en la misma escuela. La casa era como un chalet en una esquina del patio, y tenía incluso un corral, con gallinas, conejos… y todos los fines de semana volvíamos al pueblo para ver a la familia y yo me quedaba a dormir en las literas de la “escuela”. Cuando se jubilaron mis abuelos, la casa cayó en desuso, y acabaron tirándola a tierra para que los chavales tuvieran más espacio donde jugar, pero allí donde estaba el “corral” permanecía ajeno a los cambios un enorme “xinxoler”. En español se conoce a este árbol como “azufaifo” o “jinjolero”, y da unos frutos marrones pequñitos, con pinta de oliva y que saben a manzanas ácidas. El caso es que durante agosto y septiembre, todos los niños del barrio, de la escuela y de mi familia, pasábamos las tardes cogiendo “xinxols” y tras lavarlos en la fuente, nos atiborrábamos a fruta fresca. Pero pese a que todo el mundo que quería entraba al corral a coger “xinxols” ese árbol era mío, yo tenía el monopolio implicito, y sólo yo sabía que ramas eran más dulces, que parte había sido más expoliada y que tamaño era el ideal de la fruta.
Así que el otro día, un poco desanimado tras ver como la vejez no perdona a mis abuelos, llegué a recoger a mis primas, y descubrí que ya no existía el xinxoler. Me atrapó la melancolía, y el recuerdo de esa frutíta minoritaria me dejó por primera vez mal sabor de boca… luego la más pequeña de mis primas acabó de hacer daño a mi orgullo con sus llantos nerviosos. Creo que sufrí mi primer ataque serio de nostalgia.

Supermercados

Es una necesidad ir a comprar, no se puede evitar. Bueno algunos hacen la compra por teléfono o internet y la reciben en casa, pero cuesta pasta. Así que casi todos los días acabo comprando en los supermercados de mi barrio. Cerca de mi casa hay un Consum y un Capabro (que está dentro de un mercado municipal, por lo que no vende ni fruta, ni verdura, ni carne), si algún día quiero algo especial voy a un Mercadona no muy lejano, y si es ya algo realmente especial (como el sushi del sábado), acabo en el Corte Inglés.
Así que ayer por la tarde me disponía a hacer la compra, no sin antes estar a punto de cortarme por querer tirar un vaso roto al contenedor del vidrio. Como quería levadura fresca me fui a comprar al Consum, y a las puertas (tras deshacerme de mis bolsas de plásticos, papeles y orgánicos) me di cuenta de que una empleada de la tienda, estaba tirando cartones y plásticos al contenedor normal, cuando a 10 metros tiene los contenedores para reciclar. El hecho en sí me fastidió sobremanera, así que a pesar de que en el Capabro no tienen todos los productos (está dentro de un mercado), me fui hacia allí como medida de castigo al Consum. Al llegar me encontré estanterías vacías y productos agotados… así que compré cuatro cosas y le pregunté a la cajera si habían vuelto las cartillas de racionamiento. Ella, simpática, alegó que el sábado cerraban y pasaban a ser Consum.
Con cara de resignación me fui al primer Consum para acabar mi compra, y no me fui de allí sin decirle a la cajera que hicieran el favor de tirar plásticos y cartones en sus respectivos contenedores. Su respuesta fue. -Ah, que no se pueden tirar ahí-. Indignado contesté. -Pues NO, ese contenedor es para residuos orgánicos, no para cartón y plástico-. Recibí un “vale” por respuesta, miradas incrédulas de los clientes que me sucedían en la cola, y la seguridad de que no me harán ni caso, pero al menos me quedé a gusto.

Epidemia extendida en todo el mundo con mayor incidencia en los países latinos, y que amenaza cualquier tipo de acceso a puestos de trabajo por méritos u oposiciones. Sus causas más comunes son el compadreo, el amiguismo, y la hermandad. Muchas veces esta pandemia afecta a un miembro familiar (el que más “éxito” adquiere), y rápidamente se extiende entre familiares y amigos, que a su vez infectan a otros tantos familiares y amigos, hecho que hace de esta enfermedad un círculo difícil de parar.
Los efectos son una predisposición al despido de trabajadores cualificados, la contratación de un “enchufado” sin cualidades suficientes, y el deterioro en el ambiente y en la calidad del trabajo. Por ello, a pesar del deterioro de los valores morales de los enchufados, el aumento de sus cuentas corrientes hace que esta enfermedad sea deseable.
Son muy susceptibles de ser enchufados:
-Los familiares y amigos de políticos.
-Los hijos de personalidades importantes.
-Cualquier tipo de persona cuyo padre tiene un barco, juega al golf, y es miembro de algún club de tenis.
Tradicionalmente es una enfermedad que no afecta a los inmigrantes, y tiene menor incidencia entre la clase trabajadora, que cuando sufre los efectos de la epidemia, suele ser en trabajos menor remunerados. El tratamiento fuera de la administración pública (donde hay vagos controles), es imposible, ya que aunque no está totalmente demostrado, se trata de una enfermedad genética y hereditaria.