Alcohol y fallas
Hace un año y 10 días escribía el primer artículo en este blog, que después ha pasado a ser un web-blog, y el artículo en cuestión versaba sobre el alcohol. Un alcohol que yo había dejado de beber en aquel momento y que no probé durante 40 días (fallas y parte de la Semana Santa incluidas). Desde entonces no he vuelto a pillar una "buena mierda", y sólo bebo esporádicamente. Cuento esto porque este año en fallas la canción más escuchada ha sido la siguiente oda: "Alcohol, alcohoooool, alcohol, alcohol, alcohol, hemos venidos a emborracharnos, el resultado nos da igual".
Pues el resultado ha sido: Cientos de botellas rotas y montones de basura en las calles (y los servicios de limpieza trabajando más que nunca). Calles enteras que parecían urinarios públicos, y portales donde hedor y charcos amarillentos hacían difícil el acceso de los vecinos. (Aquí si que tiene parte de culpa el Ayuntamiento que sólo instaló 200 urinarios portátiles frente a los 7000 de la visita papal). Además de peleas, accidentes, quemaduras, destrozos de mobiliario urbano, detenciones...
Yo abogo por el consumo responsable, y me gustaría que hubiera más concienciación y educación respecto del consumo de alcohol y drogas. Hay demasiada gente que sin beber no se lo pasa bien, que no entiende la fiesta si no es borracho, y que no conoce otras alternativas de ocio. No se si me estoy haciendo mayor, pero cada vez me divierto menos viendo emborracharse a amigos y compañeros de fiestas. Y las fallas, que este año han sido preciosas, lo hubieran sido más sin tanto vómito, tanto hedor urinario, tanto cristal roto, ni tanta gente en estado de embriaguez.